sábado, 2 de julio de 2011

Lo que empezó siendo una mantita de bebé para David y acabó siendo un saco de dormir.

Cuando aprendí a hacer crochet, empecé haciendo "la manta inacabada" y a la vez esta otra mantita. Al principio iba a ser una mantita de bebé para mi primer sobrino, David, pero me cogió el toro y además no me gustaba porque las aplicaciones se veían muy grandes y muy poco finas para un bebé.

Y... ahí se quedó en el armario de casa de mi madre (dónde hay de todo relacionado con las labores, jeje) hasta hace unos meses que se me ocurrió terminarla.

Por supuesto tenía claro que era para David (7 años) y pensé que en vez de hacer una manta sin más, hacer un saco de dormir para que lo tuviera en la caravana... y así fue, lo forré con tela de polar celeste y... mantita calentita, calentita!

LA ANÉCDOTA:


Cuando ya estaba montando las aplicaciones, le pregunté a mi madre:

- Mamá, 1,20m. de largo ¿está bien?

- Nena, se le va a quedar chico muy pronto.

- Mamá, el niño tiene 7 años, ¿no pretenderás que se lleve el saquito celestito y blanco cuando se vaya de camping con los colegas?

En fin... este es el saquito de dormir de mi sobrino David.


1 comentario:

  1. Carmelilla, la mantita-saco preciosa, la historia ya la conocía, es buenísima, jajajaja, menos mal que ahora viene una hermanita para David y podrá regalársela! Te he dejado un regalito en mi blog, tu primer premio!!!!! Tienes que compartirlo con otros diez blogs, así que ahí tienes tarea pa entretenerte en Sevilla con las caloresjejejejejej!!! Un besito, guapa!!!!

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